sábado, 20 de abril de 2013

DISTOPÍA PRESENTA: MISOGINIA


            ¿Cómo abordar el problema de la misoginia sin caer en lugares comunes o posturas políticamente correctas? ¿Qué podemos decir nosotros que cientos de movimientos sociales en pro de los derechos de la mujer y en contra de la violencia de género no estén manifestando ya? ¿Debemos seguir la corriente para evitar la condena y no permitirnos una breve reflexión sobre las luces y sombras del discurso de la misoginia? Porque tampoco podemos ignorar la doble moral que se maneja en los aun mass media al desaprobar las expresiones de odio hacia lo femenino, y al mismo tiempo explotar sin miramientos la figura de la mujer a diversos niveles tanto como atractivo y llamada de atención para el consumo, así como herramienta política. Es difícil voltear hacia otro lado cuando percibimos incluso cierta complicidad de las féminas en este tipo de exhibiciones.

Por otro lado ¿Cuál es el origen de la misoginia? ¿Hay un nexo –fuerte- con los mitos y la religión? De entrada podemos afirmar que a través de esta última se fomenta por generaciones un desprecio de lo femenino, traducido posteriormente en usos y costumbres que degeneran en prejuicios muy arraigados. Peor aun cuando estos mismos prejuicios se transmiten en obras de las industrias culturales a partir de su reproducción en el cine popular por citar un ejemplo. Recordemos que hasta hace poco el estereotipo del macho mexicano fue educación sentimental (e instructiva también) de una gran prole en nuestro país. Ídolos del pueblo como Pedro Infante, Jorge Negrete, etc. permearon en la cultura popular legitimando ciertas actitudes perniciosas hacia la mujer. Y aunque actualmente ya no son influencia directa, mediante la música folclórica de segunda generación (ranchero, norteño, cumbia, bolero y demás) se siguieron promoviendo ideas y comportamientos machistas que hasta la fecha aún perduran. 

En este número tenemos posibles respuestas a esto: en primer lugar nuestro colaborador Roberto Juanz nos describe la concepción de la misoginia como una herencia intrínseca entendiéndola como  una “resurrección” reiterativa del desprecio entre géneros, señalándonos posibles culpables de dicha actitud ¿patología? Averigüen. “El mundo y sus curvas”  por Paco Payán nos detalla el particular punto de vista de Guiilermo Fadanelli, quizá uno de los pocos  escritores nacionales “malditos” y con más mala leche a la figura de la mujer; tres descripciones de sus cuentos correspondientes a la obra “Más alemán que Hitler” dan soltura a la posibilidad de la misoginia en las letras. La viñeta en su tinta por Gabo Sosa nos habla sobre la pro igualdad de la mujer dentro del universo del cómic, un espacio que como muchos ha sido dominado por la masculinidad (tanto en el espacio de guionismo, ilustración y en la concepción de personajes), nuestro colaborador da pruebas de que la presencia de la mujer en el comic no necesariamente se reduce a trajes entallados, cuerpos esculturales y poses incitadoras ¿O sí?...

El séptimo sello de José Huerta nos lleva por un viaje cinematográfico iniciado en el dejo eclesiástico para después saltar a una de las obras clásicas de Arturo Ripstein: “El castillo de la pureza”, será allí en donde nos dé seña y santo del comportamiento reprobable del protagonista “Gabriel”, sin duda un arquetipo del machismo. En la sección “Good Bye Cruel World” Hansel Toscano nos habla desde una postura social en donde la mujer –desde la perspectiva mediática- funge en un papel enraizado como objeto de consumo y no sólo eso, sino así mismo conocedora de sus alcances desdeña bajo el mismo acto que es acusado el hombre: su intolerancia y su tan preciada incomunicación. Y por último pero no por ello menos importante la sección llevada por Agustín Güiris nos describe los avatares musicales a los cuales tuvo que enfrentarse la compositora, ejecutante (guitarra) y cantante Bonnie Raitt, considerando que ésta decidió expresarse en un género en donde la desestimación de las féminas es caso frecuente, hablamos del Blues. El álbum en particular es “Give It Up”.

Como verán el tema de este número es presto a la pluralidad, al final sus opiniones serán la marca registrada de su sentir. Les invitamos a que disfruten, se incomoden o conozcan las ideaciones del equipo de Distopía referentes a la Misoginia.


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