“El Homo Sapiens, la primera especie realmente libre,
está a punto de decomisar la selección natural, la fuerza que nos hizo a
nosotros. Pronto tendremos que mirar profundamente en nuestro interior y
decidir en qué nos convertiremos”
Edward O. Wilson, “Consiliencia: La unidad del
conocimiento”, Estados Unidos, 1998
“Se dice que la necesidad es la madre de la
invención…me pregunto si es así como se sintió Dios el sexto día”
Dr. Kazushi Nikken, “Unnatural Selection”, Africa del
Norte, 2224
“Entonces el Señor dijo: He aquí, el hombre ha venido a
ser como uno de nosotros, conociendo el bien y el mal; cuidado ahora no vaya a
extender su mano y tomar también del árbol de la vida, y coma y viva para
siempre”
Génesis, 3:22
La ciencia y la
tecnología han formado parte de nuestra evolución, no solo como mero
‘accesorio’, sino como ingrediente fundamental del paso de los seres humanos
por esta existencia. El fuego, la rueda, las vacunas, el internet, la
clonación; todo ha sido una cadena de eventos que han hecho nuestra vida
cotidiana, ofreciendo posibilidades increíbles que hasta finales del siglo XIX
solo eran ficción. En 1996, cuando Wilmut y Campbell clonaron a la famosa oveja
Dolly; el versículo 22, capítulo 3 del libro del Génesis comenzó a retumbar en
mi cabeza: ¿Se volvía el avance tecnológico, proveedor de bienestar y
evolución, un asunto hasta cierto punto ‘inmoral’?, ¿Estábamos alzando la voz
en contra del orden universal y tomando un lugar que no nos correspondía?...
¿Le dimos el primer mordisco, acaso, al hipotético fruto del árbol de la vida?
Muchísimos medios han tocado este
tema y los comics no se pueden quedar atrás. En Julio de 2002, un británico
dedicado al diseño de fuentes tipográficas para rotular comics publica un
título de su autoría; con el sólo propósito de usar las fuentes que diseñó y
ninguna otra editorial había aceptado hasta el momento. Richard Starkings,
también editor y escritor (fundador del afamado estudio de rotulación de comics
Comicraft), se alía con un talentoso José Ladrönn en el arte para darnos a
conocer “Hip Flask”; la antesala a todo un fenómeno del medio del noveno arte
contemporáneo.
La trama nos cuenta la historia
de Hieronymous “Hip” Flask, un hipopótamo antropomórfico dedicado a la
investigación privada, en una ciudad de Los Angeles de un futuro 2262. Un
universo que sirvió de base para la aclamada serie-secuela ‘Elephantmen’,
publicada por IMAGE Comics en 2006. Pero es el oscuro nacimiento de Hieronymous
y sus hermanos lo que nos ocupa en esta columna.
¿Y qué leemos en este comic que
pueda ponernos a pensar tanto?. ‘Unnatural Selection’ (‘Selección no natural’)
es el nombre del primer comic publicado por Starkings, con Hip Flask como
protagonista. En las primeras páginas conocemos al genetista Kazushi Nikken,
megalomaníaco científico a cargo de terribles experimentos con ADN humano y
animal. Starkings se sirve del arte de un estupendo Ladrönn para ubicarnos en
una instalación secreta en algún lugar del desierto africano, en un lejano
futuro. En lo particular, es muy impactante esta secuencia de viñetas donde
vemos a un Dr. Nikken manipulando un ovulo humano, injertando material genético
en su núcleo y vociferando unas líneas que se vuelven el mantra de los seres
creados por él y su equipo. El enriquecimiento de los grandes corporativos
empleando una justificación científica para poder desarrollar su ‘producto’ con
fines militares y de exterminio. El lado oscuro de ese conocimiento y las
habilidades aunadas que posee nuestra “privilegiada” especie.
Starkings nos pone de manifiesto
que la humanidad se pierde en esa delgada línea roja entre el orden natural de
la vida y la manipulación descarada por parte del humano mismo. Una historia
llena de simbolismo y ‘mensaje tras el mensaje’ (la famosa metaficción, le
llaman). Nikken, el artífice de este pasaje en la historia de la ciencia humana
(superándose a sí misma), es el líder de la corporación MAPPO (cabe aclarar que
Mappō, en el budismo, significa “La tercera edad de Dharma”. La degeneración,
el declive. Donde las personas son incapaces de alcanzar la iluminación a
través de la palabra de Buda, convirtiéndose en una sociedad moralmente
corrupta…), quienes están a cargo del desarrollo de armas biológicas de última
generación; materializadas en forma de híbridos genéticos humano/animales.
Programados concienzudamente para perder toda individualidad y convertirse en
esos instrumentos al servicio de cotas de poder ocultas que los puedan pagar.
Por si no fuera suficiente, MAPPO
y sus operativos eligen como base de experimentación África. La mismísima cuna
de la humanidad. El arte de Ladrönn, al más puro estilo Jack Kirby (lo cual se
agradece en extremo) nos narra con gran
acierto esta historia que requiere en su gráfica mucho detalle, y es en las
texturas de Jose O. Ladrönn que podemos apreciar todos los elementos que la
componen: circuitos, estructuras metálicas, instrumental de laboratorio,
pliegues en la piel, armamento, trazas de disparos de distinta índole…en fin,
no por nada se ganó el premio Will Eisner en 2006 por mejor artista/pintor
multimedia (interiores). Su arte digital es simplemente maravilloso para esta
historia.
Starkings nos regala un boleto
para viajar en el tiempo, a un futuro remoto, pero posible dadas las cosas que
vemos (y las que no sabemos/vemos también) hoy en día. ‘Elephantmen’ se vuelve
lectura de ciencia ficción pura y obligada para todo aquel fan de este género,
que se precie de serlo. También el británico se une a las largas filas de
creadores, como Hideaki Anno (Evangelion) o Philip K. Dick (“Do androids dream
of electric sheep?”, novela precursora de Blade Runner), que nos muestran que
hemos comido ya de aquel prohibido fruto…y tarde o temprano, el dueño del
huerto se hará presente para reclamarnos.
Po mi parte, regreso a mi nave
espacio/temporal. Aquella descrita por J.J. Benítez en ‘Caballo de
Troya’…espero regresar entero de esta travesía al futuro (no tan lejano/no del
todo imposible).
fin de la transmisión_
01000111010100111000011101010101111010011101010001110_
Gabo Sosa. Científico en ciernes.
Comiquero de espíritu. Viajero espacio/sensorial.
No hay comentarios:
Publicar un comentario