“In the early
days, we never thought our music
might have any
meaning for people outside the desert.”
- Ibrahim Al Alhabib.
Si bien se dice que la música es un lenguaje universal; sus estilos,
formas y géneros no deberían quedar fuera de dicha totalidad. Si bien los
vientos de la tradición llevaron la música negra a una ruta evolutiva americana
(por citar un ejemplo), estos mismos se han dado vida llevando sus rastros
arenosos a muchas partes del orbe bajo un letargo temporal que lejos de denotar
una deficiencia ha brindado más colores a la partitura del mundo. Tinariwen, en
todo caso, es una prueba –una de las tantas pruebas que envuelven a este
conjunto– de ello.
En medio de la rebelión Tuareg de los 90 –precedida por crisis
políticas, militares, así como la segregación del pueblo Bereber y casi una
década de hambruna– un grupo de músicos que llevaba más de 8 años en el exilio
dieron un ejemplo de cese al fuego (más no de la lucha), al dejar de lado los
rifles y mostrar bajo el candor de sus instrumentos eléctricos lo que
resultaría un simbolismo de fuerza y esperanza para tiempos mejores. Su música,
influencia plena de su cultura nómada, resultaba una mezcla de estilos
uniformadamente cubierta por las arenas del desierto; su verdadero hogar.
Después de la tregua de 1996, dicha agrupación (de nombre cambiante)
pasó a ser portentosa en festivales locales. Su voz comenzó a ser reconocida y
reconocible por la multicultural sociedad de Malí; se dirigía a ella, al
recuerdo de las cosas que habían llevado a tan álgido momento: causa original
de su primer grito, causa fundamental de sus primeros actos como músicos, músicos que habrían, en 2001 (casi 20 años
después de su primera presentación), grabar su primer álbum utilizando
únicamente energías renovables –en su mayoría solar– y convertirse, por fin, en
una explosión mundial cuyo resultado fue el respeto de todo aquel que se exponía
a la evolución de su música.
Conocidos ahora como Tinariwen, su sonido resulta una mezcla de ritmos
y estilos claramente identificados con el medio oriente que contiene resquicios
sumamente evocativos y reconocidos en occidente: Blues, Gospel, Rock y un largo
etcétera que van desde Elvis Presley hasta Led Zeppelin pasando por los Dire
Straits, Santana y Bob Dylan. Influencias claras y aludidas por su actual
líder, Ibrahim Al Alhabib.
Bajo el sueño de los mapas y los límites ajenos, de los territorios foráneos
al “destino” natural de sus integrantes, Tinariwen ha recorrido el mundo con el
pretexto de su música bajo el polvo del Sahara. Su talento y honestidad ha
conquistado a seguidores cosmopolitas cuya búsqueda nos les ha colocado un muro
de idolatría, sino que los ha hermanado. Juntos, entonces, bajo el siempre
imponente lenguaje de la música, se han dado a conocer el mundo.
“The Radio Tisdas Sessions”, su primer álbum grabado y editado
operativamente contiene los mismos tonos ocres con los que han desarrollado una
discografía envolvente (hasta el momento) de 5 discos producidos en medio del
desierto. No es sólo el primer peldaño del encantamiento de su legado
discográfico, sino la prueba de que la música no requiere de la industria para
ser, hacer y hacerse magia sino el ímpetu del arte, los oídos y deseos de la
gente común.
Las colaboraciones de músicos occidentales, obviamente, no se han
hecho esperar con el paso del tiempo. A lo largo de la etapa más reciente de su
carrera, la banda ha colaborado con gente de la talla de “The Dirty Dozen Brass
Band”, “Santana” y “Robert Plant”, por citar algunos. No obstante, lejos del éxito obtenido, los integrantes indican
que el mote de Rock Stars no les va pues siempre se han sentido parte del “uno”
que es el pueblo, su pueblo… Uno que nos han descrito y detallado bajo la
universalidad de sus formas y fondos. Tinariwen, pues, nos ha mostrado y
demostrado el mundo bajo la arena de su hogar, el desierto.
Tracklist.
I.- Le Chant Des Fauves
7:33
II.- Nar
Djenetbouba
4:47
III.-
Imidiwaren
6:26
IV.- Zin Es Gourmeden
5:22
V.- Afours Afours
5:27
VI.- Tessalit
3:58
VII.- Khedou Khedou
6:13
VIII.-
Mataraden Anexan
5:47
IX.-
Bismillah
4:22
X.-
Tin-Essako (En Vivo) 2:09
Sobre el autor: Apacible y sosegado, se dice que su lento caminar hace
que su sombra se confunda con la de los anaqueles donde se guarda el licor en
las cantinas. Las leyendas que hablan de él aún no han sido escritas; algunos
indican que eso nunca se llevará acabo. Para mayores informes, visitar su sitio
personal: www.lacosaestaasi.blogspot.com
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