“They disembarked in 45,
And no-one spoke and no-one smiled.
There
were to many spaces in the line…”
Algunos los consideran la segunda parte del “The Wall” (1979), otros
tantos la verdadera historia del mismo álbum. Algunos otros lo describen como
una carta –una catarsis– de Roger Waters mientras otros, más bien, como un
disco de solista utilizando a Gilmour y Mason como parte de una banda personal.
Muchos de los fanáticos de Pink Floyd no hacen alarde de él. Algunos otros sí.
El caso es que “The Final Cut” es uno de esos discos que si bien pertenecen a
la discografía oficial de una banda, hay en el demasiadas paréntesis y
aclaraciones al margen como para sentirlo tan integro a una voz y sonido como
los más afamados. No obstante, es casi sin lugar a dudas, el disco de Culto más
querido por los seguidores de una de las agrupaciones más importantes en el
mundo de la música popular.
Las leyendas relatan la historia desde ciertas esquinas; románticas
muchas de ellas… Pero como es usual en este tipo de situaciones, son las
coincidencias las que tocan y retocan las mismas causas y aristas. Estas rezan
lo siguiente: Roger Waters perdió a su padre en la segunda guerra mundial al
tiempo que paso parte de su infancia en medio del conflicto bélico. Dicha
presión, junto a la de toda su generación, recrudece años después bajo el
sistema educativo de la Inglaterra de postguerra –estricto en demasía–
explotando de forma creativa al armar sus primeras bandas musicales. La
conclusión de esto: Pink Floyd… Eso sí, junto a demás colegas, pero eso, como
ya han de saber, es una historia aún más contada todavía.
Cuando se inicia el proceso de composición de lo que a la postre sería
el “The Wall”, la banda está en su etapa
más madura. Sus discos conceptuales están en el tope de popularidad y la
influencia y poder de la agrupación los ha hecho encontrarse ensimismados y
endiosados (historia también ya bastante citada), así que a manera de
expiación, Waters escribe la historia de Pink, un hombre que tiene más que una
casualidad con todas sus esquelas del pasado. Podemos decir que muchas de las
cosas por las que pasa este personaje en sus primeros años (y en algunos
después) son un eco de la vida del propio Waters, llevadas (claro) con ciertos
giros dramáticos no verídicos y sobre todo una conclusión ficticia. Creo que
muchos al menos han visto en alguna ocasión la versión fílmica de Alan Parker.
Así que continuando con la autoexploración, posterior a una gira que
no se logró representar como se tenía pensada originalmente (pero que aún así
cambiaría al mundo del espectáculo), así como a algunos cuantos pleitos
internos en la banda que cambiarían su formación, Pink Floyd se adentra de
nuevo a la creación de un nuevo álbum bajo la batuta no sólo estricta sino
autoritaria de Roger Waters. Un disco igualmente conceptual con una historia
similar al anterior pero que deja claro que se aleja un poco de la ficción; no
obstante de que en gran parte de él sí se encuentre tal...
Un hombre despierta diferente tiempos para que sean escuchados. Ecos
del pasado, futuro y ciertas ensoñaciones se conjuntan con una delicadeza no
mostrada con antelación en la historia de la banda (no al menos de esta forma).
La guerra, la perdida de un padre, las diferentes despedidas de la vida y la
creación de un concepto musical son algunos de los ejes que se cruzan a lo
largo de las canciones del álbum. Un álbum que no obstante el ajetreo que hay
detrás de él, resulta ser de un contenido portentoso y sumamente emotivo.
Quizá para muchos oídos signifique varias cosas, queda claro. La
historia misma de esta producción lo permite… Igualmente debemos decir que este
no es uno de los primeros discos que atrapan, gustan o simplemente buscan los
amantes del Rock en general. Muchos de ellos, quizás, sólo lo han escuchado de
pasada o simplemente lo han dejado ir. Para los gustosos de Pink Floyd, es
obvio, su escucha cotidiana es una obligación, claro, pero muchos de ellos, lo
sé, tampoco son muy adeptos. Muchos otros sí, al cabo de ser este uno de los
discos más lastimeros que han escuchado en vida. Y es que salvo un corte, todo
lo que flota en el es melancolía y nostalgia pura... La atmosfera que crea es
de un sentimiento de difícil calma, como la que viene después de un duelo. El atardecer,
en su compañía, al menos, se torna de otro color. Y es que de otro tono es este
disco, el último que compartiese Roger Waters bajo el nombre de la banda.
The Final Cut, pues, es un disco hecho bajo los acentos de la
tristeza, de la perdida y el desconsuelo. Su origen, su causa y consecuencia
parte del mismo punto y se dirige siempre al horizonte; donde las cosas deben
ser siempre mejores. Pero calma, no es un álbum para cortarnos las venas junto
a la bocina, no. Tampoco lo es para al final sentirnos redimidos y así salir a
correr a la calle gritando que somos mejores personas, para nada. Es tan sólo
de una honestidad sumamente humana que nos hace pensar y repensar, valuar y
revaluar todo lo que conlleva y deja tras de sí el vacío de las estúpidas
guerras.
Tracklist.
I.- The
Post War Dream (3:00)
II.- Your
Possible Past (4:21)
III.- One
Of The Few (1:26)
IV.- The
Hero’s Return (2:58)
V.- The
Gunners Dream (5:04)
VI.-
Paranoid Eyes (3:49)
VII.- Get
Your Filthy Hands Off My Desert (1:19)
VIII.- The
Fletcher Memorial Home (4:10)
IX.-
Southampton Dock (2:05)
X.- The
Final Cut (4:53)
XI.- Not
Now John (5:03)
XII.- Two
Suns In The Sunset (5:17)
*En el 2004, el Box Set “Oh, By
The Way” que incluía una reedición de toda la discografía de Pink Floyd difiere
con la versión original en este álbum en particular. Incluye un Track más; se
trata de “When The Tigers Broke Free” en la cuarta posición. Esta canción se
dio a conocer como parte del Soundtrack de la película “The Wall” (Parker,
1982).
Sobre el autor: Cansino y andante
durante el día, la tarde y la noche. Su locura no comienza sino hasta que
cierra los ojos y despierta sin recordar sus sueños. Se dice que le cuenta sus
anécdotas a los kilómetros que camina a diario. No le hace falta traer audífonos,
pues en todos lados haya una sintonía. Para más detalles, visitar su sitio
personal: www.lacosaestaasi.blogspot.com
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