jueves, 27 de marzo de 2014

DISTOPÍA PRESENTA: ACCIDENTES


"Es muy difícil en momentos así, comprender la voluntad de Dios ¿Por que permite que nueve inocentes mueran en las cumbres de sus vidas por una anciana que no debería conducir ya? Pero entiendan que el sentido del humor de Dios es diferente al nuestro. El no ríe con los chistes de Jaimito o Pepito ¡No! Dios necesita una ironía compleja y farsas que resultan macabras para nosotros. Nos queda solo esperar que Dios se haya reído mucho y que una tragedia como esta no ocurra jamás."

Padre Maxi - South Park: Amanecer gris/ Temporada 7/ Capítulo 10

¿Estamos aquí por accidente? ¿O somos causa y efecto, casualidad o destino? ¿Seres creados a partir de una contingencia biológica "evolutiva"? Quizás. Sin embargo, al hablar únicamente de lo accidental, referimos a un imprevisto con capacidad de dañarnos mortalmente y debido a ello, nuestra vida puede quedar irremediablemente marcada. En adelante lo que ocurra (reflexión, creación o final amargo), dependerá de la fortaleza del espíritu humano. Es ahí donde reside lo interesante, en las fuerzas internas que se liberan en, o posterior a una situación inesperada. Contrario a lo que muchos piensan, no se descubren cosas por accidente, los hallazgos vienen del periodo de convalecencia donde la mente para no volverse loca de aburrición, comienza a funcionar de manera distinta (análisis del evento prueba/error). Sobreponerse a la cruda eventualidad es ya pensar bajo un nuevo enfoque buscando de la mejor forma posible, canalizar de golpe toda la energía negativa en resoluciones a problemas varios.

Los accidentes han sido la excusa perfecta para crear superhéroes con superproblemas (el origen y formula predilecta de la dupla Jack Kirby/Stan Lee), para potenciar la tragedia y cuestionarnos la existencia de un demiurgo omnipotente (o un Olimpo caprichoso) o simplemente, al igual que el dirigible Hindenburg, el hundimiento del Titanic o la explosión del transbordador espacial Challenger (entre muchas otras eventualidades como también los derrames petroleros), ser consientes de que el absurdo juega un papel siniestro en nuestras aspiraciones. En este sentido, los duros reveses encarnan nuestro vuelo de Ícaro, la caída al mar de nuestra humanidad y el recordatorio de que los delirios de grandeza no son lo mismo que las ambiciones. Todo es susceptible de irse al carajo tan solo por un error propio o peor aún, circunstancial o desconocido. Es algo que a nuestra óptica, se mueve furtivamente como un tirón sobre la alfombra donde caminamos. Cada viaje de alguna u otra forma, puede ser el último...

Los descarrilamientos de trenes, los aviones que del radar desaparecen, los autos o transportes cayendo en picada hacia al fondo de algún desfiladero, entre un sin fin de ejemplos más (aluds, avalanchas etc.), son las representaciones fehacientes de un mañana siempre ominosamente en movimiento, ignoto y de la nada... terrible. El infortunio, suele hacer acto de presencia como en aquel fragmento del tema "The Wretched" de Nine Inch Nails: "Las nubes se alejaran y el cielo se abrirá de golpe/ y Dios mismo lo atravesará con su chingado brazo/ sólo para empujarte hacia abajo/ sólo para hacerte caer". ¿Demasiado fatalista? Nuestros colaboradores aportan más puntos de vista de tan intrincado tema:

Roberto Juanz en su espacio Las Líneas Flotantes, disecciona el periplo de la vida en tanto trágico accidente enfatizando también su naturaleza teleológica. Diversas acepciones de lo accidental recorren su reflexión e invitan al lector a identificar en la propia experiencia las situaciones imprevistas, desde el nacimiento hasta llegar al deceso. Sea esta nuestra primera estación de pensamiento.

Posteriormente, Paco Payan en La Caja de Abalorios nos transmite su entusiasmo de los encuentros accidentales con autores de los que nada auguramos y quizás por ello, la sorpresa siempre termina siendo mayúscula. Relatos inesperados, historias de soledad atropellada, nuestro buen colaborador los llevara por la mente de un escritor sue generis capaz de lograr plenamente en sus cuentos, hacer vivir al lector las vicisitudes de la vida cotidiana. Acompáñenlo en su repentino descubrimiento.

El Séptimo Sueño de José Huerta nos abre de par en par las cortinas que separan el umbral de la calle a la sala de cine para adentrarnos en un film bastante osado: "Crash" (1996). Conocida también como "Extraños placeres", nuestro colaborador analiza una de las obras del director David Cronenberg  más afectas a los accidentes sexuales. Sea para ustedes toda una grata recomendación.

La visión filosófica del problema de los accidentes se halla en SPQR de Lorena Rivera, quien ahonda en la condición metafísica del suceso y desarrolla en base al enfoque de las ideas pre-socráticas y socráticas, una resolución ante tal accidentada paradoja (entendiendo el significado de esta ultima como la confrontación entre sentencias opuestas). Encaren con nuestra colaboradora lo imprevisto.

Pero ¿Que serian los accidentes sin los cabrones chismosos que husmean hasta por debajo de la falda de la victima? Hansel Toscano en Goodbye Cruel World señala como la cultura de la curiosidad mórbida es mediáticamente un asunto muy redituable y examina también esa predisposición humana a deleitarnos con los detalles escandalosos de una muerte violenta ¿Demasiado moral? Tampoco una cuestión que deba dejarse de lado ¡Pásenle a espiar un rato!

Las formaciones de los proyectos musicales más reconocidos globalmente, son una fuente de anécdotas sobre posibles integrantes que de alguna u otra forma de haberse presentado otras circunstancias, el concepto primigenio de una banda hubiera dado a conocerse de una forma muy distinta. De esa larga lista que nos ofrece la historia del Rock, Agustín Güiris rescata para Onomatopeya a un longevo grupo sesentero: Cactus ¿Que lo hace tan especial? Un afortunado regreso en 2006 del cual nuestro colaborador nos explica todos los pormenores y como ya es su costumbre y virtud, nos transmite una creación invaluable para los melómanos más entusiastas. Si la violencia es inherente a cualquier contingencia, el rock encarna esta particularidad siendo entonces el más excitante de los accidentes...

Finalmente en La Liga de Perdedores, Pablo Sinuhé hace una explosiva radiografía en el pasado del planeta Eternia al emparentarlo con el México más arcaico, tranza y corrupto que haya habido: el de este presente. Sirve para realizar tan acida crítica, el ariete humano de los Amos del Universo Ram Man, quien de manera accidentada vino a parar a nuestro planeta para seguir haciendo lo que mejor dice que sabe hacer: el ridículo (bueno, romper cosas con la cabeza). Humor oportuno y bien estructurado en el capítulo 6 de esta hilarante e ingeniosa saga ¿Que están esperando HBO, NETFLIX y FOX para adaptarla a la TV? ¡Ay si serán pen... !

Sean entonces estas nuestras visiones sobre un tema en apariencia muy acotado o constreñido, pero sin lugar a dudas muy sobrecogedor y complejo: cada día puede ser el último o el primero de una existencia tristemente diferente. Los accidentes suceden, pasan, como en aquella vieja película donde un hombre se salva de morir aplastado por un piano en caída libre. Su meditación del evento le activa el deseo de vivir a partir de ese momento, más intensamente y de una forma más poética. A pesar de ello, quien esto escribe por accidente olvido anotar el nombre de la cinta... he ahí un error atroz ¡Bienvenidos a Distopía Sensacional de Cultura! (Léannos aunque sea solo por accidente).

No hay comentarios:

Publicar un comentario