viernes, 14 de junio de 2013

COLD FACT – RODRIGUEZ (1970)


“But thanks for your time.
Then you can thank me for mine
And after that's said, Forget it.”

           Curiosamente, la figura musical del año pasado fue un héroe olvidado… Un  hombre perdido en el tiempo y sus tiempos, un obrero constructor al que aquello que muchos llaman “destino” no solamente le hizo pensar que su legado musical no había edificado nada, sino que lo mantuvo por décadas en el velo del desconocimiento antes de hacerle saber que todo aquello que alguna vez había descrito en una sensata, prudente y honesta lírica había erigido algo más que simples clásicos perdidos… Que en realidad toda una generación de jóvenes sudafricanos habían encontrado en su voz los himnos que los representarían.

Descrito con eficacia en el emotivo y bien narrado documental ganador del Oscar, “Searching For Sugar Man” (Malik Bendjelloul, 2012), la herencia de Rodriguez resurge ahora por diversos factores nada fortuitos. El más obvio de éstos, claro, es dicha cinta que popularizó una de las historias de romántica justicia musical más reciente; aquella gira de conciertos que hiciera en 1998 el propio Rodriguez frente a esa generación a la cual dirigió sin saber desde lejanas tierras –y la cual por muchos años lo consideró muerto. No obstante, la más importante y rotunda de las razones en esta resucitación no medida se debe al simple y llano factor de la calidad de sus canciones; de su escaso pero profundo material que aún se mantiene fresco en contenido y que llama, de primera mano y tajantemente, a todos los que por primera vez dan un salto temporal al pasado y se enfrentan por primera vez (como si fueran nuevos) a los dos únicos discos que realizara entre 1970 y 1971.

Con “Cold Fact”, su álbum debut, Rodriguez enmarca su estilo en base al clásico sonido Folk de los 60, sin embargo, lo rediseña admirablemente con un fuerte golpe de autoridad a través de un eco sumamente personal que va detallando y describiendo a través de sus composiciones. Bajo su regazo, es cierto, estamos ante algo que nos suena tan sumamente familiar como lo suficientemente diferente como para no dejarse abrazar por él. Su resultado, pues, es el de una decidida e intensa atracción que cabe resaltar, muchos de aquella camada sesentera nunca pudieron obtener.

Y es que en Rodriguez, el caso se torna lejos de las magnánimas y brillantes ciudades de la unión americana. Su contexto ante la “gran” generación del Folk es distinto, su entorno no era el mismo; la ciudad de Detroit le marcó diferentes matices así como su propia labor en el mundo. Rodriguez, pues, no era (ni es) un músico dedicado a su canciones (a la música como oficio), sino que era (es) un real trovador que describía (describe) los pasos de la gente obrera, la gente que se movía (mueve), vestía (viste), actuaba (actúa) y sobrevivía (sobrevive) como él. En su música no había (ni hay) simulaciones, cálculos o suposiciones, sino más bien cuantificadas realidades; cicatrices en su voz y suturas en los acordes que acompañaban –y acompañan– su poesía citadina. 

Los despertares sexuales, los encuentros más que casuales con las drogas, las bajezas, los resentimientos y los temores se visten de callejones con nombres, formas y sombras a través de su lírica que termina por ser poderosa, sugestiva y atrayente; además de ser el mapa que años después marcará el reencuentro que cambiara su vida. De igual manera, su sonido (aunque lejos de una costosa producción), roza punzantemente tanto la psicodelia de años olvidados como el mismo purismo de un género que lo vio nacer y que él hizo renacer en tierras ajenas… Y ahora, pasado ya el abandono, ha puesto de nueva cuenta sobre la marcha en sus propios territorios.

“Cold Fact” resulta, pues, ser un disco que ha pasado a la historia bajo preceptos nada comunes; bajo conjugaciones temporales que difieren a las de demás obras de la música popular “clásica”. Y aunque inicuamente fue olvidado, ha entrado por fin en nuestro espacio. Y la verdad, si nos sinceramos un poco, resulta seriamente un disco obligado para todos aquellos amantes de la música.


Tracklist.

I.- Sugar Man (3.45)
II.- Only Good For Conversation (2.25)
III.- Crucify Your Mind (2.30)
IV.- This Is Not A Song, It's An Outburst: Or, The Establishment Blues (2.05)
V.- Hate Street Dialogue (2.30)
VI.- Forget It (1.50)
VII.- Inner City Blues (3.23)
VIII.- I Wonder (2.30)
IX.- Like Janis (2.32)
X.- Gommorah (A Nursery Rhyme) (2.20)
XI.- Rich Folks Hoax (3.05)
XII.- Jane S. Piddy (2:54)


Sobre el autor: Inédito y recalcitrante compositor de historias. Se rumora que mantiene entre sus objetos más preciados el amuleto que augura y asegura el desengaño. Partidario del clima templado, testifica haber perdido su sombra años atrás. Aún mantiene su búsqueda en rincones nocturnos sin iluminación. Para más presagios, visitar su sitio personal: www.lacosaestaasi.blogspot.com

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