“But thanks
for your time.
Then you can
thank me for mine
And after
that's said, Forget it.”
Curiosamente, la figura musical del año pasado fue un héroe olvidado…
Un hombre perdido en el tiempo y sus
tiempos, un obrero constructor al que aquello que muchos llaman “destino” no
solamente le hizo pensar que su legado musical no había edificado nada, sino
que lo mantuvo por décadas en el velo del desconocimiento antes de hacerle
saber que todo aquello que alguna vez había descrito en una sensata, prudente y
honesta lírica había erigido algo más que simples clásicos perdidos… Que en
realidad toda una generación de jóvenes sudafricanos habían encontrado en su
voz los himnos que los representarían.
Descrito con eficacia en el emotivo y bien narrado documental ganador
del Oscar, “Searching For Sugar Man” (Malik Bendjelloul, 2012), la herencia de
Rodriguez resurge ahora por diversos factores nada fortuitos. El más obvio de
éstos, claro, es dicha cinta que popularizó una de las historias de romántica
justicia musical más reciente; aquella gira de conciertos que hiciera en 1998
el propio Rodriguez frente a esa generación a la cual dirigió sin saber desde
lejanas tierras –y la cual por muchos años lo consideró muerto. No obstante, la
más importante y rotunda de las razones en esta resucitación no medida se debe
al simple y llano factor de la calidad de sus canciones; de su escaso pero
profundo material que aún se mantiene fresco en contenido y que llama, de
primera mano y tajantemente, a todos los que por primera vez dan un salto
temporal al pasado y se enfrentan por primera vez (como si fueran nuevos) a los
dos únicos discos que realizara entre 1970 y 1971.
Con “Cold Fact”, su álbum debut, Rodriguez enmarca su estilo en base
al clásico sonido Folk de los 60, sin embargo, lo rediseña admirablemente con
un fuerte golpe de autoridad a través de un eco sumamente personal que va
detallando y describiendo a través de sus composiciones. Bajo su regazo, es
cierto, estamos ante algo que nos suena tan sumamente familiar como lo
suficientemente diferente como para no dejarse abrazar por él. Su resultado,
pues, es el de una decidida e intensa atracción que cabe resaltar, muchos de
aquella camada sesentera nunca pudieron obtener.
Y es que en Rodriguez, el caso se torna lejos de las magnánimas y
brillantes ciudades de la unión americana. Su contexto ante la “gran” generación
del Folk es distinto, su entorno no era el mismo; la ciudad de Detroit le marcó
diferentes matices así como su propia labor en el mundo. Rodriguez, pues, no
era (ni es) un músico dedicado a su canciones (a la música como oficio), sino
que era (es) un real trovador que describía (describe) los pasos de la gente
obrera, la gente que se movía (mueve), vestía (viste), actuaba (actúa) y
sobrevivía (sobrevive) como él. En su música no había (ni hay) simulaciones,
cálculos o suposiciones, sino más bien cuantificadas realidades; cicatrices en
su voz y suturas en los acordes que acompañaban –y acompañan– su poesía
citadina.
Los despertares sexuales, los encuentros más que casuales con las
drogas, las bajezas, los resentimientos y los temores se visten de callejones
con nombres, formas y sombras a través de su lírica que termina por ser
poderosa, sugestiva y atrayente; además de ser el mapa que años después marcará
el reencuentro que cambiara su vida. De igual manera, su sonido (aunque lejos
de una costosa producción), roza punzantemente tanto la psicodelia de años
olvidados como el mismo purismo de un género que lo vio nacer y que él hizo
renacer en tierras ajenas… Y ahora, pasado ya el abandono, ha puesto de nueva
cuenta sobre la marcha en sus propios territorios.
“Cold Fact” resulta, pues, ser un disco que ha pasado a la historia
bajo preceptos nada comunes; bajo conjugaciones temporales que difieren a las
de demás obras de la música popular “clásica”. Y aunque inicuamente fue
olvidado, ha entrado por fin en nuestro espacio. Y la verdad, si nos sinceramos
un poco, resulta seriamente un disco obligado para todos aquellos amantes de la
música.
Tracklist.
I.- Sugar
Man (3.45)
II.- Only
Good For Conversation (2.25)
III.-
Crucify Your Mind (2.30)
IV.- This
Is Not A Song, It's An Outburst: Or, The Establishment Blues (2.05)
V.- Hate
Street Dialogue (2.30)
VI.- Forget
It (1.50)
VII.- Inner
City Blues (3.23)
VIII.- I
Wonder (2.30)
IX.- Like
Janis (2.32)
X.-
Gommorah (A Nursery Rhyme) (2.20)
XI.- Rich
Folks Hoax (3.05)
XII.- Jane
S. Piddy (2:54)
Sobre el autor: Inédito y
recalcitrante compositor de historias. Se rumora que mantiene entre sus objetos
más preciados el amuleto que augura y asegura el desengaño. Partidario del
clima templado, testifica haber perdido su sombra años atrás. Aún mantiene su
búsqueda en rincones nocturnos sin iluminación. Para más presagios, visitar su
sitio personal: www.lacosaestaasi.blogspot.com
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