“I come up
with concepts for albums
or how well
musicians are playing.
I'm there to
capture the music
at the time
it's being created.”
- Rudy Van Gelder.
Muchos dirán que no se puede ir
por el camino haciendo historia sin forjarse de tantos partidarios como
críticos. En el caso de Rudy Van Gelder, resulta más que indiscutible…
Acreditado ya como uno de los ingenieros más importantes de la escena musical, especialmente
en el Jazz, ha tenido tantos seguidores como censores de su estilo. Su sonido,
lejos de la pureza técnica más buscada (y rebuscada) por los ingenieros
habituales de su época, se adentraba más en la atmosfera –la esencia– de lo que
se iba creando bajo el entorno en que un grupo de músicos se disponían a
interpretar como arte propio.
Instaurado naturalmente en el
Jazz; género cuya ideología es la de un taller de cooperación global, Van
Gelder se interesó desde los albores de su carrera por todos los procesos en la
composición de una canción; desde la ingeniería misma del sonido hasta la
creación artística de la propia composición. Su estilo se enmarca, pues, en el
conocimiento más detallista de los artilugios técnicos con lo cual se habría de
grabar; asunto que le compete desde la infancia como amante de las radios de
onda corta, hasta los breves pero importantes conocimientos musicales (tomó por
algún tiempo lecciones de trompeta). Sus formas y fondos, bajo un ortodoxo
planteamiento en el tratamiento de la grabación; primordial objeto de ataque
por parte de sus oponentes, fueron evolucionando desde su primer estudio en la
casa de sus padres hasta los grandes foros de grabación sin perder nunca la
frescura y honestidad de ese pequeño espacio que llamará la atención de
diversas firmas especializadas.
La reverberancia y el peculiar
sonido con que hacía sonar los instrumentos (sobre todo el piano) en sus
grabaciones, revolucionaron parte de la industria. Marcaron tanto progreso como
una que otra incomodidad –o temor– por parte de colegas, directivos y músicos
que le tacharon de insurrecto; tal es el caso de Charles Mingus. No obstante,
el paso de la historia ha puesto en su justo sitio cada objeto de crítica y hoy
día, a las alturas de un presente donde el Jazz es uno de los géneros más
refinados del orbe, cualquier disco que haya pasado por las manos y mente de
Rudy Van Gelder se vende en ediciones especiales que coleccionistas buscan de
manera recelosa, pues al igual que los músicos ejecutantes, su nombre aparece
en portada y ello lo encasilla como algo especial… Un extra que no está de más;
para nada un sobrante de calidad sino una disposición cuyo acento contiene
garbo y desenvoltura.
Músicos de la talla de John
Coltrane, Miles Davis, Freddie Hubbard, Bud Powell, Kenny Clarke, Charlie
Parker, Stan Getz y un largo etcétera fueron grabados y en parte estilizados
por él. Y a pesar de que trabajo en diversas y distintas disqueras, fue con la
Blue Note con la que obtuvo la mejor respuesta para ofrecer lo mejor de su
legado; la que mejor lo abrazó para entregarnos conjuntamente su notable y
sumamente importante herencia.
Y es, pues, la propia Blue Note
la que le rinde tributo y honor en el 2005 pidiéndole la difícil selección que
conjunta este álbum. Un disco que compila lo que en propias palabras del
“autor” son las tomas perfectas, o más perfectibles, que grabó durante toda su
carrera. No significa esto un viaje por la historia del jazz, sino un pequeño
retablo al alma de una grabación ocupada por algunos de los nombres más
importantes en la tradición del género. Un álbum que recopila, hace vibrar y
enseña a mirar por los oídos y escuchar por la piel en todo lo que respecta al
arte del Jazz. Una prueba de gala, tono y festejo de un hombre y sus hombres que
resumen simplemente su inmortalidad.
Tracklist.
I.- Four In
One – Thelonius Monk (3.32)
II.- Budo –
Miles Davis (2.36)
III.-
Remember – Hank Mobley (5.42)
IV.-
Arietis – Freddie Hubbard (6.41)
V.-
Midnight Blue – Kenny Burell (4.01)
VI.- Mood
For Joe – Joe Henderson (8.03)
VII.-
Christo Redentor – Donald Byrd (5.44)
VIII.-
Fooprints – Wayne Shorter (7.31)
IX.- Moon
River – Art Blakey (5.13)
X.- See See
Rider – Jimmy Smith (6.34)
Sobre el autor: De entintado pasado, ha cedido sus derechos a los portavasos que cubren las tablones de algún bar censurado; a los cuales lee como cartas de Tarot. Amante de una buena bebida fría en días calurosos (al igual que en templados o apáticos), ha atestiguado en contra de los efectos del desvelo en más de una ocasión. Para mayores devenires, visitar su sitio personal:
www.lacosaestaasi.blogspot.com
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