"¿Quien pudiera beberse tu sangre y entregarte la
inmortalidad?
Yo quisiera beber de tu sangre y besarte por la
eternidad…"
La Barranca - Siempre Joven
Nuestra condición mortal, el sabernos finitos en tiempo y energía, es
quizá mucho de lo que otorga sentido a nuestro periplo en esta vida. Pero a
pesar de ello, no somos invulnerables al miedo y a la duda que causa el trauma
del deceso. Las religiones monoteístas (apoyadas muchas veces en abstracciones
filosóficas previas) desarrollaron entonces el bálsamo del alma inmortal con
sus múltiples figuraciones en su viaje al más allá. Es así que el ansia se
mitigó, y hoy podemos sentir la influencia de esta cosmovisión en casi
cualquier tipo de creencia o culto: la muerte solo es un paso a otra
existencia. Sin embargo, a lo largo de la historia y hasta nuestros días... no
todos han aceptado esta "solución". El querer burlar al destino final
ha estado presente tanto como el pensamiento mismo (primero de manera
subrepticia y hoy más clara entre aristócratas excéntricos).
El mundo antiguo corrobora este anhelo de prolongar la vida, en los
mitos referentes a la ingesta de sangre de animales y de adversarios caídos en
batalla. El objetivo de esta práctica era conseguir una mayor fuerza y
longevidad absorbiendo la energía vital de otros seres (desde ese momento la
sed de sangre se entendió siempre como la sed de vida). Épocas posteriores
fueron atestiguando en la irrupción de la alquimia, la misma obsesión hacia la
juventud perenne. De la mano de la piedra filosofal, también estuvo la búsqueda
del elixir de la vida. Leyendas o folklore europeo de la edad media, lo cierto
es que las historias de condes y "brujos" extrañamente centenarios se
encuentran en casi cualquier rincón del viejo continente. De este lado del
atlántico, en años de la conquista se remozo la fabula de la fuente de la
eterna juventud (hubo verdaderos intentos por hallar su paradero). Como puede
notarse en estos ejemplos, muchos razonaron literalmente la idea de
inmortalidad.
Otros a través de la creación en las artes, han logrado acceder de
manera más fortuita a lo inasible del concepto: inmortalizar una parte del
mundo o un momento fugaz, una victoria frente a lo perecedero. Y es de esta forma,
que perdurar en el tiempo o pasar a la posteridad (precedido de una acción
trascendente), ha resultado lo más cercano a "vivir por siempre". En
nuestro tiempo, este ideal lo encarna la reproducción técnica de la imagen
estática (fotografía) o la secuencial (videocracia principalmente) y en ellas,
se conserva intacto el fluir temporal no solo del mundo, sino también el de
nuestra propia vida (nada se pierde en este presente encadenado, todo se
mediatiza y permanece eterno en la realidad virtual). Y a pesar de ello, hay
quienes piensan que esto es insuficiente y continúan investigando la manera en
cómo mantenerse físicamente impolutos ante el embate de la edad y los años. Se
habla de criogenización, transmisión de la conciencia a una computadora en
estado de I.A, estudio de las células madre y desarrollo de la ingeniería
genética, etc. ¿Por qué ese empeño en desafiar nuestro ciclo natural?
Aquí en Distopía ofrecemos algunas interesantes hipótesis sobre el
tema a abordar: Roberto Juanz en "Las
Líneas Flotantes" diserta elocuentemente sobre el historial emocional
que en los hombres ha llevado a pensar lo inmortal como una condición factible
y necesaria. A su vez, en "La
Viñeta en su Tinta" a cargo de nuestro incansable explorador del comic
Gabo Sosa, se nos invita a conocer una obra vampírica sui géneris y de altos
vuelos: American Vampire de Scott Snyder y Stephen King. El desdoblamiento
fílmico en "El Séptimo Sueño"
de nuestro colaborador José Huerta, nos sumerge en el profuso acervo del cine
mundial en busca de todas las ramificaciones posibles en donde la inmortalidad
haya quedado excelsamente plasmada en el celuloide. De lado del pensamiento
crítico, Lorena Rivera analiza en "SPQR"
los pormenores del anhelo inmortal y desconstruye lo fútil del concepto: "¿Qué sentido tiene aferrarse a una
vida que no nos ofrece más que miserias y dolores? ¿Por qué querer permanecer
en este mundo?".
Por su parte Hansel Toscano en "Goodbye Cruel World", nos habla del proceso de selección que
realiza el cielo de los inmortales para entrar en su exclusivo club. De lado
sonoro, A. Güiris V. nos transmite textualmente todo un legado jazzistico que
ha tenido la fortuna de recopilarse en un disco inmortal: Blue Note Perfect
Takes – V.A. (2005) ¿Donde más? En "Onomatopeya"
por supuesto. Finalmente, en un nuevo episodio de "La Liga de los Perdedores", el mejor supergrupo del ejido
(liderado por el mal genio de Pablo Sinuhé) tendrá un coqueto acercamiento a la
cuarta dimensión de la mano del no menos bizarro: El Dorado ¿Personaje inmortal...
o solo de relleno en la historia de las caricaturas? ¡Averígüelo!
Presentamos entonces, un pequeño mosaico para adentrarse en los
misterios de lo inmortal y sus mitos, un itinerario extraño que pretende
guiarlos gozosamente por los abismos de lo desconocido y lo sorprendente. De
vuelta a la luz, esperamos mínimo haberlos llevado a otros sitios mentales
donde la rareza tenga derecho de piso para la frugal conversación y el debate.
Ustedes tendrán por supuesto, la última e inmortal palabra...
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