La idea de utopía halla a su
gemelo malvado en la distopía o anti-utopía, es decir, una sociedad donde la
realidad transcurre en términos totalmente opuestos al sueño ideal y en donde
las situaciones totalitarias más ruines tienen cabida como moneda corriente
para el control de una masa. Dentro de la novela anti-utópica nos pueden servir
como referentes ese par de oráculos (por mencionar los más socorridos) 1984 de
George Orwell (1903-1950) y Un mundo feliz de Aldous Huxley (1894-1963).
A través de su narrativa podemos asomarnos a una visión
desoladora en donde la manipulación del individuo, la deshumanización del
sistema, los excesos de la ciencia, la vigilancia constante, el consumismo
desmedido como premisas básicas nos llevan de la mano a una aniquilación de toda posibilidad de
estadía en un mundo armónico. Cada uno hace uso de paradigmas distintos para
aplicar sus fundamentos teóricos; por ejemplo: Orwell hace énfasis en los
abusos de los adelantos científicos como previo aviso de la amenaza del
progreso sin mesura que nos lleva a formar autómatas carentes de principios
morales, es decir, bajo esta dinámica nos muestra cómo se puede ir degenerando
una sociedad en pro de una utilización del progreso y la ciencia sin reparos.
Por otro lado Huxley nos muestra
con su crítica de extrema dureza a través de sus páginas la preocupación
constante por la pérdida de los valores familiares (tan en boga hoy día), la
tradición cultural y la religión, sin
embargo, Huxley no deja de lado la esperanza de una sociedad que despierte de
los efectos opiáceos de la tiranía y sea consciente de ese peligro; generando como resultado
nuevas rutas sociales en pro de una
armonía colectiva para cada uno de los que cohabitamos el globo.
Ambas críticas poseen una doble
dimensión de atemporalidad y de universalidad, pues lo que plantean afecta a
cualquier tipo de hombre que viva en cualquier tipo de sociedad. Son novelas
que punzan a cada instante pues asemejan espejos en los cuales nos vemos
reflejados diariamente, invitando al escrutinio personal y formar juicios
severos sobre estas formas de vida “distópica” que están ya no en sus páginas,
más bien, están insertas y rebasadas por
nuestra cotidianidad dando la sensación
de estar atrapados en un desaliento constante hacia cualquier punto donde
elevemos la mirada. ¿Realidad o ficción? Invito a
lector a que dé un viaje trepidante por estas páginas analizando y haciendo
crítica constructiva que buena falta hace en estos tiempos que corren
obteniendo así sus propias conclusiones.
"La libertad consiste en afirmar sin limitaciones que dos más dos suman cuatro. Si se admite esto, lo demás vendrá por añadidura."
Winston Smith, 1984 George Orwell.
Paco Payán. Licenciado en
Administración de profesión. Lleva un blog personal y colabora en otro alterno.
Dibuja y toma fotos de vez en cuando, se recarga en la literatura, el cine y
esas cosas denominadas “no productivas” cuando no alcanza a comprender el mundo
en el que vive.
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