“Bury me out
on the Prairie,
Where the
buffalo used to roam.
Where the
Canada geese once filled the sky
And then, I
won't be far from home.”
En los primeros meses del 2005, Neil Young fue diagnosticado con
aneurisma cerebral al tiempo que compartía –sin saberlo aún– los últimos días
de su padre, quien fallecería después de su operación. Sin lugar a duda, ese
año le fue en demasía relevante; nunca la muerte estuvo más cerca de él que en
ese momento. Así que fiel a su tradición de trovador, el músico de origen
canadiense, vecino y habitante de las zonas rurales de California, firmó una
serie de canciones bajo los propios sentimientos que concibió durante ese
proceso; los viajes al médico y el último adiós a su padre, que quedaron
selladas en su vigésimo octavo disco de estudio.
Paririe Wind está compuesto desde el lado más folclórico del
cantautor; bajo ese acento sureño que lo ha caracterizado cuando deja a un lado
su portento eléctrico. Lo que le significó –en aquel periodo– un retorno a esa
vena “pueblerina” que tantos éxitos le ha y le había traído en su carrera.
Habrá que recordar, entonces, que sus discos previos habían sido los más
conceptuales de su discografía; la rockopera “Greendale” (2003) y el temático
“Are You Passionate?” (2002)… Ahora bien, bajo la lógica impuesta de esos días,
y en el peor de los casos, Prairie Wind resultaría, claramente, su legado y
último suspiro musical.
Fueron tiempos difíciles, cierto, pero catárticamente lograron
traducirse no sólo en diez canciones,
sino diez relatos, cartas o inflexiones donde el propio Neil Young avocaba al
posible futuro; el alejamiento, la eternidad y la promesa. Asimismo, se
despedía de su familia; sus hijos, esposa, público y demás (incluso de “El Rey”
Elvis). Sobre todo de su padre… El resultado fue (y es), sin lugar a dudas, el álbum más honesto
de toda la carrera de un artista que siempre se ha caracterizado por su
sinceridad y arrojo cuando de escribir se trata. Un disco que no sólo queda
guardado en el anecdotario de sus fanáticos por todo el contexto citado, sino
que además está considerado, con plena justicia, entre sus mejores
producciones. Incluso el “Nashville's Ryman Auditorium”, considerado la
catedral de la música sueña, le abrió las puertas un par de noches para
ejecutar el álbum en su entereza junto a otros de sus éxitos; momento
emblemático en su carrera que quedó perpetuado por Jonathan Demme en el
documental/concierto (más lo segundo que lo primero) “Heart Of Gold” (2006).
Su historia reciente se cuenta, evidentemente, desde ese momento.
Asunto que no deja de ser notable y hasta cierto punto curioso ya que Neil
Young es una de las leyendas más longevas en activo dentro de la música popular
–es parte del selecto grupo que ha sido inducido en el salón de la fama del
rock en dos ocasiones. El momento ahora se ve distante, sí, Neil Young
sobrevivió, queda claro. Un año después de lo antes dicho lanzaría al mercado
su incomodo “Living With War” (2006) donde recrimina los actos en la guerra de
Irak (no lo habría hecho si alguien de esta generación lo hubiera gritado
antes, dijera en alguna ocasión), e incluso insulta públicamente a Bush Jr.,
para después continuar con su prolífica carrera, incluyendo algunos
experimentos musicales bastante bien recibidos y un viaje sustancial al rock
psicodélico.
Está claro, Neil Young es uno de esos grandes del Rock que nunca han
sido del todo bien recibidos en Latinoamérica (en España es sumamente querido),
quizá algo de su enfoque no ha tocado del todo las vibras des estos lares (aunque tiene todo para
hacerse sentir en una sociedad como la nuestra); quizá tan sólo las modas u
otra banalidad –en ocasiones la música es todo un misterio. No obstante,
siempre es un buen aliciente para unir, pensar y sentir de tantas cosas como ha
podido en su carrera de casi 50 años. Y en este caso, que nos tiene aquí
abreviándolo, simplemente acerca de la vida, de la vida y de la muerte.
Tracklist.
I.- The Painter
(4:37)
II.- No Wonder (5:46)
III.- Falling Of The
Face Of The Earth (3:35)
IV.- Far From Home
(3:47)
V.- It's A Dream
(6:31)
VI.- Prairie Wind
(7:35)
VII.- Here For You (4:32)
VIII.- This Old
Guitar (5:33)
IX.- He Was The King
(6:09)
X.- When God Made Me
(4:06)
Sobre el autor: Habitual transeúnte de calles poco conocidas. Se dice
que e máximo deseo es estar de pié en las esquina que ve desde el servicio
público. Cuanta la leyenda que en sus años mozos sobrevivió de cebada, pan y
vino. Cinéfilo por profesión y melómano por obligación vivencial. En algún
momento sus oídos podrán escuchar todo lo que sucedía detrás de cada grabación.
Para más persecuciones, visitar su sitio personal:
www.lacosaestaasi.blogspot.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario