“Caught up deep inside in my brain,
Take my love and turn it to pain,
Take my heart and tear it apart,
Gonna burn in hard desire.”
Tras la apertura de una puerta de
madera, una misteriosa figura enfundada en una túnica –y oculta tras una
máscara que usa una especie de casco encendido en forma de flama– aparece en un
elegante cuarto lleno de jóvenes vestidos informalmente y caballeros trajeados.
La figura, masculina, camina entre la gente hasta posarse frente al cuadro de
una pareja en el entendido de un ritual; allí le es otorgado un micrófono cual
cetro y comienza a bailar con la música para después, obviamente, cantar sin
que el fuego encima de su cabeza se apague… Estamos, pues, ante uno de los
primeros videoclips de la historia; en aquellos tiempos tal vez tan sólo un
performance que combinaba sorprendentemente el medio audiovisual para llevar el
concepto, altamente psicodélico, de una banda progresista que hoy tal vez se
encuentra un tanto perdida entre las cajas de nostalgia pero que fue
predecesora de modas, estilos y acentos futuros que marcaron y cambiaron para
siempre la historia de la música.
Arthur Brown, líder de la
agrupación que llevó su nombre a finales de la década de los 60, fue uno de los
pioneros en la teatralidad dentro del género del Rock. Fue una relevante figura
que supo mezclar en su propósito y proyección no sólo la música sino la
actuación, el disfraz, el maquillaje y la locura. Su primer álbum, y por mucho
tiempo el único, fue un adelanto que causo bastante impresión ante bandas que
vivían en el colorido mundo de la psicodelia. La conjunción de elementos
conocidos en la época junto a los adelantos tecnológicos y el buen manejo de
las raíces más clásicas del arte entre las que cabe mencionar la gran ejecución
de sus músicos, otorgó una frontera abierta que posteriormente distintas
agrupaciones abarcarían con agrado para la creación de lo que hoy conocemos
como Rock Progresivo, Space Rock, Shock Rock e inclusive Glam Rock.
Producido por Kit Lamebert,
manager de The Who, y el propio Pete Townshend con escaso presupuesto; el
primer álbum de la banda de Arthur Brown mostraba la base psicodélica
acostumbrada en la época junto a diversos acentos sumamente llamativos
provenientes de dos mundos naturalmente opuestos; la música Sinfónica y el
Blues. La mezcolanza alcanzada fue –y es– de tal distinción, que marcó la pauta
a seguir para renombradas y variopintas agrupaciones hoy en día como Peter
Gabriel, Alice Cooper y Kiss.
El sueño de la Arthur Brown Band
fue, entonces, consistentemente breve; después del lanzamiento de su álbum
debut algunos miembros de la banda se alejaron para darle paso a otros; tal es
el caso del ingreso posterior de Carl Palmer (previo en su carrera a Atomic Rooster
y Emerson, Lake & Palmer) y claro, el paso a una historia que no tardó
(pero sí fue olvidando) en reconocer su espacio, sobre todo por los
consecuentes proyectos del mismo Arthur Brown: “Kingdom Come”, su carrera
solista, contribuciones con otros artistas y un largo etcétera en donde siempre
dio muestras de avance, progreso y sobre todo de su sello particular; la locura
bien articulada y especial –y espacial– mente musical. Asunto que también fue
pasando de moda para darle cabida a la simpleza de una generación sin brios de
innovar.
Pasarían pues 21 años para la
presentación de su segundo álbum, grabado en 1969 pero dado a luz hasta 1989, y
31 para su nuevo material; su tercer y cuarto material tendrían fechas del 2000
y 2003 respectivamente. El legado entonces ya no tendría el mismo poder salvo
la calidad (poca cosa en estos tiempos de consumismo), así como la evocación,
la obligada y portentosa evocación de una producción cubierta de polvo, magia,
tacto y locura de un hombre que tal vez no cambió el panorama del mundo
musical, pero que sí le abrió el camino con el simple y paradójico momento de
la apertura de una puerta en un video en blanco y negro donde se presentaba
bajo una túnica, máscara y fuego encima de la cabeza. Un disco que sin lugar a
dudas, se debe de escuchar más de una vez en la vida.
Tracklist.
I.- Prelude/Nightmare
(3:30)
II.- Fanfarre/
Fire Poem (1:53)
III.- Fire
(2:58)
IV.- Come
And Buy (5:44)
V.- Time/Confusion
(5:17)
VI.- I Put
A Spell On You (3:47)
VII.- Spontaneous
Apple Creation (3:01)
VIII.- Rest Cure (2:50)
IX.- I 've
Got Money (3:15)
X.- Child
Of My Kingdom (7:02)
Sobre el autor: Se dice que su compilación de anécdotas es
más bien un bestiario que selecciona los mejores olvidos de sus aventuras
nocturnas. Se supone que algún día saldrá a la luz un cuento escrito por él,
copia de otros tantos cuentos. Cuenta los días hacía atrás mientras hace lo
opuesto con los años; espera algún día arribar a su primer cumpleaños para
felicitarse cara a cara. Para mayores referencias, visitar su sitio personal:
www.lacosaestaasi.blogspot.com
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